1.31.2009

Carta a un mal tratador

Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'


"Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado… porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras… Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe… La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!–dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo.

Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez…

Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un mal tratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón."

"La violencia es el miedo a los ideales de los demás"
Mahatma Gandhi

2 comentarios:

SUSURU dijo...

Amigo Querido: que tú tan joven estés posteando algo tan cruel, horrendo pero a la vez real, a mí me pone contenta. Me pone contenta porque el maltrato, la violencia familiar es necesario erradicarla.
Y eso únicamente se logra con educación.

Lamentablemente en el caso de las "mujeres maltratadas", es muy común escucharles decir que ellas son las que generan esta violencia y terminan disculpando al maltratador.

Si bien hay países que tienen legislación al respecto, no existe todavía una total concientización a nivel mundial de lo que esto significa.

No sé si conoces, que el maltrato a veces, no es sólo físico, sino que existe lo que se llama "maltrato o daño moral", que también sucede mucho no sólo en los hogares, sino también en lugares de trabajo y las víctimas suelen ser tanto hombres como mujeres de jefes psicópatas.
Es un tema interesantísimo, como tantos temas interesantes que sirven para abrir un debate y a mi me gustaría conocer un poco más sobre qué es lo qué pasa en cada país y si hay legislación que protege a la vícitima o no.
En estos caso, a veces no se cuenta con estadísticas o información fidedigna, pues las víctimas, por temor, no denuncian estos casos.
Quizás corresponda a generaciones como las tuyas trabajar más sobre esto intentando la difusión y la legislación más la penalización a quien corresponda.
Los de mi generación fuimos los pioneros en sacar a la luz esta temática, ahota habrá que ir encontrándole soluciones posibles para evitar que sigan multiplicándose hechos aberrantes como los que mencionas en tu post y otras barbaridades más que en algunos casos, forman parte de la cultura e idiosincracia de un pueblo.
Adelante muchacho con estas denuncias a modo de narración ficción/realidad.
La has escrito tú con seudónimo?
Me has dejado con esa duda.
Y espero que tu falta de tiempo sea por estar ocupado con tareas buenas y no por algún problema.
Sabes que puedes contar conmigo si necesitas información o deseas conversar sobre alguna temática que nos interese a ambos.
besazo enorme.

pregunto: la argentina te prepara unos ricos mates mientras escribes, o está desaparecida?
besos para ella también.

.Gs. dijo...

HOla Su!
Este tema me preocupa mucho, y cuando leí el correo que me mandó mi madre me pareció algo interesantísimo para postearlo.
Y no, Susuru, no lo escribí yo a través de ningún seudónimo. Me gustaría escribir tan bien como lo hace este chico, pero me quedan años aún auque seamos de la misma edad. No me veo un escritor lo suficientement labrado como para utilizar un pseudónimo como ya hizo Clarín, ese si que es un escritor.
Estoy ocupado por el trabajo con la recolección de la aceituna, y también por un resfriado que me tiene fatal desde hace semanas.

Y cuando escribo lo hago solo, no me gusta tener a nadie al rededor. Hace un montón que no tomo mates y ya me apetece. A ver si tenemo un momento libre los dos y nos tomamos unos buenos jaja.

Muchos besos Su!

P.D. Cualquier duda que tenga la comento con vos, no te preocupes, sabes quepara mí eres un poco mi instructora, la admiro mucho.