7.01.2009

Una serie de catastróficas desdichas

Ahora no es una partida, ni tampoco un intento de suicidio. Ayer me estaba preparando para ir a la piscina cuando escuché llegar a mis vecinos de enfrente, a los de Barcelona. Pasé al baño por un momento y escuché un gran grito de angustia. Rápidamente salí hacia la calle ¿Qué pasará? -me dije- ; era mi vecina, un ataque de epilepsia. Allá que va de nuevo Gus a abanicar, evitar que se muerda la lengua, avisa a los servicios de urgencia...

¿Qué pasa?

¿Por qué me pasan estas cosas?

6 comentarios:

Melibea dijo...

¡Hola, Gus! Vaya días... Bueno, en realidad, es la vida, que está llena de sorpresas, algunas bastante desagradables.

En fin, que se termine lo malo.

Un beso

dolor de muelas dijo...

Lo importante es estar ahí... aveces uno pasa por circunstancias feas... pero es que las personas lo necesitan a uno... Además es bueno sentirse útil... más salvando a una persona

SUSURU dijo...

es la vida amigo, con sus momentos diferentes.

Que llegue alegría prontito.

Ya escribí el mail. Espero respuesta de Buenos Aires.

besos

Eleuteria Niemand. dijo...

Después de la tormenta siempre llega la calma... No sé, yo creo que después de estos días vendrá una semana llena de cosas inimaginables... pero BONITAS Y BUENAS, jiji.
Un besoterrrrl!

.Gs. dijo...

Meli: Sï, bastante desagradables la verdad. Espero que se acabe lo malo porque ojo...
Besos!

Muelas: Casi preferiría no sentirme muy útil y recibir menos sustos...
Un abrazo!

Susuru: ¡Qué lleguen, qué lleguen!
Un beso

.L: Necesito cosas bonitas y buenas, las necesito en gran medida.
Un beso

I. Robledo dijo...

Uy, amigo, que sofocon... Pero animo, que puedes con eso y con mas...

Un abrazo